Telecomunicaciones y Regulación

jueves, diciembre 01, 2005

 

¿LIBERALIZACIÓN O SIMPLE COMERCIO?: LA PROPUESTA DE IBER-X:


En cuanto al alcance de este mecanismo del mercado secundario de espectro, al hablar de la disyuntiva entre liberalización o simple comercio, IBER-X entiende que, en una primera fase de introducción del mercado secundario del espectro, no merecería la pena introducir la flexibilidad del uso del espectro, esto es, el cambio de uso de las frecuencias, dado que ni la tecnología ni la estructura de la industria en el mercado tradicional lo permiten a priori, por lo que, en esta primera etapa, el uso sería mantenido en aquellas bandas en las que fue originariamente concedido.

Estaríamos hablando, pues, del comercio de derechos de uso del espectro, como el derecho a transmitir o recibir señales del espectro, definido en términos de:

- Área geográfica.
- Duración y tiempo de acceso.
- Dotación de espectro.
- Obligaciones (protección frente a interferencias y uso efectivo).

Posteriormente, en una siguiente etapa, una vez el mercado hubiera madurado, y la industria se haya podido adaptar al nuevo paradigma, se podría ir introduciendo progresivamente la posibilidad del cambio o reconfiguración en el uso de las frecuencias.

En este caso, el término “cambio de uso” se refiere a la posibilidad de “cambio de servicio” y “cambio de tecnología” (por ejemplo, servicio fijo, servicio móvil, radiodifusión, etc.). Esto supondría una mayor flexibilidad en el uso del espectro, permitiendo la utilización de las bandas para usos más rentables, siempre y cuando, claro está, no se dejaran de cumplir las obligaciones de servicio público y no se provocaran problemas de interferencias que afectaran la calidad de los servicios públicos (radio y televisión).

De esta manera, en esta etapa, ya se podrían permitir cesiones de derechos, por ejemplo, de la tecnología GSM hacia la de UMTS, en las bandas asociadas a las comunicaciones móviles, o de la tecnología analógica de televisión hacia la digital en las bandas asociadas a la radiodifusión. Igualmente, en un estadio posterior, se podrían producir las transacciones de derechos de un servicio como la radiodifusión, que apenas tiene uso, a otro como la comunicación móvil.

En cualquier caso, este mercado secundario combinado con la flexibilidad de uso supondría una verdadera liberalización del mercado del espectro que podría llegar a ser necesaria si todos los beneficios del comercio del espectro se hicieran realidad, asegurando los movimientos o cambios de uso y usuario y generando grandes beneficios económicos. Por lo tanto, esta liberalización implica un cambio de tecnología y un cambio de servicio.

En definitiva, la flexibilidad del uso del espectro puede aumentar la eficiencia al permitir una más amplia capacidad elección de los usos de determinadas bandas de frecuencias.

El resultado final es un escenario en el que las partes del acuerdo de cesión de los derechos de uso puedan elegir el tipo de cesión que más les convenga, con independencia de que se mantenga o no el uso de las frecuencias, o se establezca una efectiva combinación de flexibilidad y coordinación en el uso del espectro, pudiendo haber cierta flexibilidad para reconfigurar los derechos a fin de adaptarlos a las necesidades del cedente y del adquirente y permitir un uso máximo del espectro. IBER-X prevé que, de esta manera, los operadores podrán atender de manera más eficaz las necesidades de tráfico y calidad de sus redes, ajustando sus derechos sobre las frecuencias a unas necesidades de demanda más reales.

De esta manera, el mercado secundario de espectro abre nuevas e interesantes oportunidades así como nuevos escenarios económicos, en tanto que permitiría a determinados operadores como, por ejemplo, alguno de telefonía móvil de 3G, ceder parte de sus frecuencias a los operadores móviles virtuales para, de esta manera, obtener un rendimiento económico en tanto que le permite diluir las pérdidas y perjuicios que le ocasiona la situación de inoperatividad de sus proyecto de UMTS, al mismo tiempo que permite y favorece un uso eficiente del espectro radioeléctrico infrautilizado. De igual forma, otros operadores, titulares de licencias para la prestación de acceso de banda ancha vía radio en la banda de 3,5 GHz, podrían transmitir sus derechos de uso de espectro dado que en la actualidad no están haciendo un uso efectivo de su capacidad, en la que ahora podrían utilizar una nueva tecnología como WiMAX, lo que les permitiría revalorizar la licencia en su poder.

Así mismo, en el momento en que se produzca el denominado “apagón analógico” y comience la “era digital”, las frecuencias liberadas por este cambio podrán ser utilizadas por los fabricantes de dispositivos y antenas para la fabricación en estándares como WiMAX y los titulares de dichas licencias podrán ponerlas en el mercado aumentando el valor de las mismas, cuestión que actualmente no es viable, como hemos visto.

Este mercado secundario y organizado de negociación de derechos de uso del espectro permitiría la transmisión o cesión de los derechos ofrecidos y demandados en el mercado, de modo que los miembros de este mercado puedan contratar entre ellos los derechos de uso del espectro con las especificaciones que ellos mismos indiquen.

 

VENTAJAS Y BENEFICIOS DEL MERCADO DE ESPECTRO

Admitiendo, pues, la necesidad de una mayor flexibilidad en la gestión de espectro, vemos que el mercado secundario del espectro es la solución más eficaz, al incluir, entre otras, las siguientes ventajas y beneficios:

- Mejora de la eficiencia de su uso, permitiendo la transferencia de espectro infrautilizado a terceros que puedan necesitarlo y obtener mayores retornos económicos por ello.
- Fomento de la innovación, respetando el principio de neutralidad tecnológica, facilitando a las organizaciones incentivos para probar tecnologías y nuevos servicios.
- Incrementa la flexibilidad, al poder ser considerado el espectro como un bien individual, contribuyendo a la disminución de las barreras administrativas y regulatorias de entrada al mercado, produciéndose ésta de una forma rápida, ágil y flexible.
- Establecimiento de una política de precios del espectro, basado en el conocimiento de las transacciones y su valor económico.
- Mejora de la transparencia, mediante la puesta a disposición del público de toda la información relacionada con su uso (áreas de cobertura tecnológica, servicios y aplicaciones, eficiencia, etc.).
- Mejora las condiciones de competencia el reducir las barreras de entrada al mercado.

En definitiva, en opinión de IBER-X, siempre y cuando se eviten las interferencias y se protejan los servicios de interés público, un mercado secundario y organizado de derechos puede favorecer un mejor uso del espectro, al permitir que se casen las ofertas de unos titulares de derechos con las necesidades de unos potenciales adquirentes. Y es que el problema de escasez de este recurso debe ser abordado mediante la creación de un mercado libre de derechos de uso transmisibles para la utilización de determinadas frecuencias de acuerdo con la demanda del mercado. Por ello, nadie mejor que los agentes del mercado, antes que el propio regulador, son los que pueden resolver este problema.

 

¿COMERCIALIZAR EL ESPECTRO RADIOELÉCTRICO?

La posibilidad de comercializar el espectro radioeléctrico, esto es, de introducir un mercado secundario en el que los operadores puedan transmitir, ceder, arrendar, comprar o vender sus derechos de uso sobre el mismo, ha generado un amplio debate a nivel europeo, por la relevancia social y económica de este recurso natural escaso, el aumento de su demanda como consecuencia del incremento de la demanda de los nuevos servicios de telecomunicaciones basados en la movilidad y la ubicuidad, así como la necesidad de modificar su tradicional y rígido sistema de gestión y administración por parte del Estado, como titular del mismo.

La Unión Europea ha abierto la posibilidad de establecer y regular un verdadero mercado secundario de espectro radioeléctrico “ex lege”, que facilite el uso efectivo y eficiente y la dinamización económica de un recurso tan demandado en la actualidad.
No cabe duda de que el espectro radioeléctrico es un recurso natural necesario para la prestación de toda clase de servicios de radiocomunicaciones que engloban servicios de telecomunicaciones, radiodifusión sonora y televisión, investigación científica, aplicaciones de espacio exterior, aplicaciones domésticas, etc.

Consciente de su gran valor práctico y económico, -pues no en vano nos encontramos ante un recurso natural escaso, único capaz de limitar el posible número de prestatarios de unos determinados servicios que requieren el uso de radiofrecuencias, cada vez más demandados por la sociedad, como alternativa a las redes de acceso tradicionales-,
IBER-X entiende y comparte la regulación y gestión del espectro radioeléctrico que desde el comienzo de su utilización hasta ahora se ha venido aplicando, con el fin de conseguir los objetivos básicos de armonización y uso eficiente promovidos por la Unión Europea.

IBER-X entiende y comparte igualmente el hecho de que los responsables de la gestión del espectro en cada Estado Miembro, incluido España, hayan optado desde el principio por renunciar a un mercado del espectro plenamente liberalizado y atribuir bandas de frecuencias para su utilización por uno o varios servicios en condiciones específicas, con objeto de facilitar economías de escala en la producción de equipos y fomentar la movilidad e itinerancia mediante la atribución de bandas de forma armonizada.

Asimismo, entendemos que la armonización en la atribución, asignación y uso de las frecuencias ha sido la clave del éxito en Europa en servicios como la telefonía móvil automática, precisamente por el hecho de utilizar todos los países las mismas frecuencias, lo que ha permitido servicios como el roaming internacional en determinados estándares, proporcionando a Europa una gran ventaja competitiva, respecto a Estados Unidos y otros, en los servicios de telefonía móvil.

Ahora bien, esta naturaleza de recurso escaso unida al hecho comprobado del incremento de su demanda, -pues, como hemos visto, la movilidad, ubicuidad e itinerancia son las características de los nuevos servicios de telecomunicaciones demandados por la sociedad (telefonía móvil, acceso a Internet de banda ancha mediante tecnología
wireless – WiFi y WiMAX-, etc.)-, ha generado en un debate en cuanto a la idoneidad del actual sistema de gestión del espectro radioeléctrico y su capacidad de resolver el problema de escasez del mismo y la eficiencia de su uso.

IBER-X está convencido de que el tradicional sistema de gestión del espectro no resuelve este problema, y adolece de la agilidad y flexibilidad necesaria para satisfacer las necesidades de los servicios de comunicaciones electrónicas actuales y futuros, al mismo tiempo que no favorece un uso eficiente y racionalizado del mismo que permita desarrollar un oferta más plural de servicios en beneficio del ciudadano y una libertad de elección real, con la consecuente bajada de precios y el aumento de la competencia en tecnologías inalámbricas, redundando todo ello en la necesaria promoción, desarrollo e implantación definitiva de la Sociedad de la Información en España.
Un cambio en la política de gestión del espectro, más eficaz, ágil y dinámica, permitirá una reducción de las barreras de acceso a los mercados, mediante la racionalización en la utilización de las infraestructuras de acceso y en el uso eficiente, homogeneizado y ordenado del espectro radioeléctrico, poniendo freno, de esta manera, al despliegue desordenado de redes, que está afectando a la calidad y seguridad de los servicios, al tiempo que genera un uso inapropiado del espectro radioeléctrico y una desprotección del mismo, derivando en incumplimiento de la legislación vigente. De esta forma, se favorecería un mayor desarrollo y viabilidad económica de los operadores, permitiendo una mayor inversión y aumento de la oferta.

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